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EL DOLOR DEL JUICIO

Veo constantemente en sesión como las personas no quieren juzgar, sin embargo, se juzgan cuando no opinan para no juzgar. Vuelve a leerlo, es muy curioso como funcionamos.

Es curioso porqué para validar lo que queremos en la vida, para poner límites hay que opinar y no hacerlo nos genera dolor, frustración y enfado.

Pocas almas Valientes son los que diferencian un juicio de una opinión y tengo que decirte que no es lo mismo, aunque la línea sea fina, se puede diferenciar.

Toma nota mi querida alma Valiente:

La opinión es la autovalidación de si esto me es útil, si me gusta o no, es personal.

Sin embargo, la diferencia está en que respetas la postura de la otra persona.

Un juicio es una sentencia, es un esto está mal o bien, nos pone en una posición superior al otro y lo invalida, menosprecia y hiere.

Recuerda que tu opinión nunca te da la razón, pero si juntas muchas opiniones puede que te transformen tu punto de vista, es enriquecedor.

Aprender estas técnicas y usarlas te convierte en alguien libre mentalmente, sano espiritual y corporalmente.

Muchas enfermedades como la fibromialgia están relacionadas con ese miedo.

Recuerda… “Mente Sana, cuerpo sano”.

Mira esta foto:

Si opinar te hace sentir como en esta foto, no estás juzgando.”